Tabasco está a punto de convertirse en un nuevo referente cultural a nivel nacional con un proyecto que suena grande y que podría marcar un antes y un después: el Museo Nacional Olmeca. Después de más de seis décadas sin que se construya un museo nacional en México, este espacio llega con la promesa de rendir homenaje a la cultura madre y de darle a Tabasco un lugar privilegiado en el mapa cultural del país. Te contamos los detalles más importantes.

Un museo que rompe la pausa de 61 años

Sí, aunque suene raro, México no ha inaugurado un museo nacional desde 1964, cuando se construyó el Museo Nacional de Antropología. Ahora, el Museo Nacional Olmeca buscará romper esa pausa con un espacio de 14 mil 700 metros cuadrados, centrado en una de las civilizaciones más importantes de Mesoamérica. Además de ser un logro histórico, el museo aspira a convertirse en un legado para las nuevas generaciones.

El corazón del proyecto: La cultura madre

El museo no solo será un espacio bonito para tomarse fotos; su objetivo es preservar y mostrar el legado de los olmecas: sus rituales, sus esculturas colosales, su arquitectura y su forma única de ver el mundo. Se planea resguardar piezas encontradas en zonas clave como La Venta, en Huimanguillo, muchas de ellas con gran valor simbólico y artístico.

Donde el pasado y la naturaleza se encuentran

El proyecto busca ubicarse en la zona del Parque Museo La Venta, fusionando el concepto original de Carlos Pellicer Cámara con una visión más moderna que incluye la recuperación del llamado “Parque Museo Poema”. La idea es que no solo se admire la historia, sino también la belleza natural de la Laguna de las Ilusiones y su biodiversidad. Un museo donde el pasado y el entorno se unen.

Diseño con propósito

Detrás del diseño está el reconocido arquitecto Enrique Norten y su firma TEN Arquitectos. Él asegura que más allá de levantar un edificio, se está pensando en una obra con propósito: crear un lugar que narre la historia olmeca desde sus raíces hasta sus aportes, como el comercio del hule, la ingeniería hidráulica o el calendario mesoamericano. Todo esto en un ambiente contemporáneo pero con fuerte identidad cultural.

Aunque el proyecto aún está en su fase inicial, el Museo Nacional Olmeca promete ser un hito para Tabasco y para el país. Si todo avanza según lo planeado, estaremos ante un espacio que no solo preserva el pasado, sino que también inspira el futuro, al conectar historia, arte, naturaleza y arquitectura de forma única. Estaremos atentos a su evolución y esperamos que cumpla con las expectativas que ha generado.

Villahermosa fue escenario del segundo Tamboritón, donde 894 tamborileros de 13 municipios se reunieron en la Plaza de Armas para interpretar sones tradicionales de la cultura Yokot’an. El evento buscó imponer un récord mundial con temas como Comales, Pájaros, Flor de Maíz y el himno Vamos a Tabasco, ejecutados por personas de todas las edades y condiciones, incluyendo por primera vez a un grupo de mujeres tamborileras.

La jornada arrancó con una caminata desde la Calle Juárez y una ceremonia encabezada por estudiantes indígenas de Tamulté de las Sabanas. En el acto estuvieron presentes la alcaldesa de Centro, Yolanda Osuna Huerta, y el gobernador Javier May Rodríguez. Durante su intervención, Osuna recordó que el Congreso del Estado declaró el 5 de marzo como Día del Tamborilero Tabasqueño y reconoció la música como patrimonio cultural intangible.

El Tamboritón 2025 superó por mucho la edición anterior, que tuvo 200 participantes, y se consolidó como un espacio de encuentro para visibilizar a los pueblos originarios. También se destacó la participación del Colectivo Tabasco Cultura y promotores como Leonardo Gerónimo, Jeremías Martínez y Edén García.

Durante la Feria Tabasco 2025, fueron reconocidos 17 ciudadanos de distintos municipios como personajes distinguidos por su trayectoria en áreas como la artesanía, música, pintura, danza, literatura, docencia, fotografía y emprendimiento. El acto se llevó a cabo en el Foro La Cultural, donde se entregaron diplomas y jícaras marmoleadas diseñadas por alumnos del CEIBA.

Entre los homenajeados se encuentran siete artesanos, dos músicos, dos pintores, dos danzantes, un joven escritor, un fotógrafo, una profesora y un empresario. Tres reconocimientos fueron entregados de manera póstuma. Las distinciones buscaron resaltar la dedicación y el impacto que estas personas han tenido en sus comunidades.

Este evento formó parte de las actividades culturales de la feria y se enfocó en recuperar tradiciones locales, valorar los oficios y destacar a quienes han contribuido al desarrollo social y cultural de Tabasco.