Durante 20 años el cine operó con gran éxito; de 1960 al 1979, después del Cine Alberto, era el cine con mayor taquilla.

El cine Sheba es uno de los grandes recuerdos del Tabasco antiguo, siendo uno de los cines más importantes en la historia de nuestro estado. En sus más de 60 años, este emblemático edificio ha pasado por dos incendios, severas inundaciones, dos remodelaciones y una reducción del 40 por ciento de su infraestructura para dar paso a la ampliación de la avenida, a pesar de todo esto se niega a desaparecer del corazón de Villahermosa.

En sus inicios, en este terreno se ubicaba el Hotel Palacio, que hospedaba a visitantes a su llegada en barco por el río Grijalva. Este hotel únicamente tenía habilitada la segunda planta, debido a que la parte de abajo se inundaba con la creciente del río.

Al finalizar los años 50’s el hotel se fue a la quiebra y fue cuando don Leandro Vidal vio la oportunidad de comprar el lugar y fundar el Cine Sheba, que empezó a proyectar películas en el año de 1960.

El Cine Sheba fue llamado así, en honor a Doña Sebastiana, madre de don Leandro Vidal, uno de los hombres más ricos de Tabasco.

“De 1960 al 1979, después del Alberto, era el cine con mayor taquilla, el Cine Sheba llamaba la atención porque era el único con dos plantas, era la sensación…y eso pese a que en ese lapso sufrió un incendio y algunas inundaciones por las crecientes del río Grijalva” menciona el historiador Óscar Ascencio Pardo.

A pesar de su gran éxito, en el año de 1979 tuvo que ceder el 40 por ciento de sus instalaciones para dar paso a la ampliación de 27 de Febrero, teniendo que cerrar por unos cuantos años para permitir su remodelación, en la que perdería gran parte de su diseño.

“Fue hasta el año 1985 cuando se reinaugura, recuerdo que la función costaba 10 mil pesos, y ese día era el estreno de Alien el regreso y Cándido de día, Pérez de noche”. Recuerda el historiador.

Pasaron algunos cuantos años y el cine cerró definitivamente, causando una gran tristeza a su propietario, quien un par de meses más tarde falleció de depresión, por lo que sus familiares decidieron no volver abrirlo más. Años más tarde este edificio se quemó en dos ocasiones, quedando abandonado por completo.

A pesar de los números intentos por parte del gobierno en comprar este edificio, los propietarios se rehúsan a venderlo, quedando como un recuerdo de lo que alguna vez fue un lugar emblemático de nuestra ciudad.

Con información de: ladenunciaonline.com