La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, presentó una iniciativa para reformar la Ley General de Población con el objetivo de convertir la Clave Única de Registro de Población (CURP) en el documento oficial de identidad de los ciudadanos mexicanos y extranjeros con estancia legal en el país.

De aprobarse la propuesta, la CURP incluiría fotografía y huellas dactilares, lo que desplazaría a la credencial para votar del INE como el principal documento de identificación. La versión digital y física de esta nueva CURP serviría para validar la identidad en trámites y servicios tanto públicos como privados.

La iniciativa también establece que la Secretaría de Gobernación integrará datos biométricos a la CURP, asegurando que su uso se apegará a las leyes de protección de datos personales. Todos los organismos, tanto gubernamentales como privados, estarán obligados a solicitar esta identificación en sus procesos.

Con esta medida, el gobierno busca unificar la identidad de los ciudadanos bajo un solo documento, simplificando trámites y fortaleciendo la seguridad en la verificación de datos.

La inteligencia artificial ha revolucionado la manera en que interactuamos con la tecnología, pero detrás de cada consulta o imagen generada hay un gasto invisible que está dejando una huella preocupante en el planeta: el consumo de agua. La reciente tendencia de crear imágenes con IA al estilo Studio Ghibli ha puesto en evidencia el enorme gasto de recursos que implica el uso masivo de estos modelos. ¿Cuánta agua estamos usando sin darnos cuenta y qué podemos hacer al respecto?

El costo invisible: el agua detrás de cada interacción

Cuando usas ChatGPT para generar un texto de 100 palabras, se consume aproximadamente 519 mililitros de agua, lo que equivale a una botella pequeña. Puede parecer poco, pero si millones de personas lo utilizan al mismo tiempo, la cifra se dispara. Se estima que si solo el 10% de la población activa en EE.UU. usa IA semanalmente, el consumo anual de agua podría superar los 435 millones de litros, suficiente para abastecer a un estado pequeño por más de un día.

¿Por qué se gasta tanta agua?

La inteligencia artificial opera en enormes centros de datos que requieren sistemas de enfriamiento para evitar sobrecalentamientos. Al igual que nuestro cuerpo suda para regular la temperatura, estos servidores utilizan agua para disipar el calor. En zonas con escasez hídrica, se recurre a sistemas eléctricos de refrigeración, pero esto incrementa el consumo energético. En otras palabras, ya sea agua o electricidad, el impacto ambiental es inevitable.

El impacto de las imágenes Ghibli: millones de litros consumidos

La reciente moda de generar imágenes con IA en el estilo de Studio Ghibli reveló cifras alarmantes. Se estima que se han producido más de 216 millones de imágenes de este tipo, y cada una requiere en promedio 1 litro de agua para su procesamiento. Haciendo cuentas, en solo unos días se han gastado aproximadamente 216 millones de litros de agua, lo que equivale al consumo diario de más de un millón de personas. La demanda fue tan alta que OpenAI tuvo que suspender temporalmente la función de generación de imágenes debido a la saturación de los servidores.

¿Qué sigue? Buscando soluciones sostenibles

El impacto ambiental del uso masivo de IA es un tema que las grandes empresas tecnológicas no pueden ignorar. Algunas compañías, como Microsoft y Google, han prometido reducir su huella hídrica y energética en los próximos años, pero el camino es largo. Se están explorando alternativas como el uso de energías renovables, centros de datos más eficientes y mejoras en los algoritmos para optimizar el uso de recursos.

La inteligencia artificial es una herramienta increíble, pero su sostenibilidad es un desafío que no podemos dejar de lado. Si queremos seguir disfrutando de sus beneficios sin comprometer el planeta, es momento de exigir innovaciones que minimicen su impacto ambiental. Mientras tanto, la próxima vez que generes un texto o imagen con IA, recuerda que cada clic tiene un costo más allá de la pantalla.

Los casos de tuberculosis en México han incrementado en las últimas semanas, y actualmente es la segunda enfermedad con mayor prevalencia entre la población, después de la influenza.

La Secretaría de Salud ha registrado más de cuatro mil casos en lo que va del año y tres estados del país, acumulan la mayor cantidad de contagios.

Los contagios

De acuerdo con el Boletín Epidemiológico, tan sólo en la semana del 9 al 15 de marzo se reportaron 371 nuevos contagios, y en lo que va del año se han reportado 4,113 casos.

Los estados con más contagios son Baja California (248), Nuevo León (233) y Veracruz (221). Tabasco no está entre los primeros lugares.

¿Qué es la tuberculosis?

Esta es una enfermedad altamente infecciosa, causada por el Bacilo de Koch, y puede afectar a cualquier órgano, pero es más común que se manifieste en los pulmones. Se calcula que una persona enferma puede contagiar entre 15 y 20 personas si no recibe tratamiento oportuno.

La tuberculosis puede confundirse con otras enfermedades respiratorias, pero hay síntomas que son clave para detectarla, como tos durante más de tres semanas, con flema y sangre.

Síntomas 

En muchos casos la enfermedad no presenta señales en el cuerpo, pero los signos más comunes son: 

• Escalofríos
• Sudores nocturnos
• Pérdida de peso sin razón
• Pérdida de apetito
• Debilidad
• Tos que dura más de tres semanas con sangre
• Dolor en el pecho

Aunque a simple vista pareciera una simple gripe, debe ser tratada por un medico puesto que puede dejar daños severos en el pulmón o expandirse a otras partes del cuerpo.

Grupos vulnerables

Aunque todos somos propensos a ser contagiados, los grupos más vulnerables son aquellas personas que tienen el sistema inmune debilitado, quienes padecen el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), desnutrición, enfermedades crónicas como diabetes y los fumadores.

La tuberculosis se transmite por pequeñas gotas de saliva expulsadas al toser, hablar o estornudar.

Alistan jornadas de vacunación

En días recientes el secretario de Salud Federal, David Kershenobich, informó que el Gobierno de México retomará en abril las Semanas Nacionales de Vacunación, las cuales no se realizaban desde la pandemia.

Las campañas intensas de prevención, se dan en el marco del incremento de los casos de tuberculosis, pero también de la tos ferina y el sarampión en el país.

En América, ocho países, entre ellos México, Brasil y Colombia concentran el 80% de los casos de tuberculosis de la región, según datos de la Organización Panamericana de la Salud.

Cabe resaltar que las políticas antivacunas se han expandido alrededor del mundo, y es uno de los principales factores para la propagación de enfermedades consideradas “antiguas”.