Una jueza federal en Boston bloqueó de forma provisional la orden del expresidente Donald Trump que prohibía la entrada a Estados Unidos de estudiantes e investigadores internacionales de Harvard. La medida fue considerada por el tribunal como una posible causa de daño inmediato e irreparable para la universidad.

El fallo se dio luego de que Harvard modificara una demanda anterior para incluir esta nueva orden ejecutiva, la cual acusaba a la institución de no compartir información sobre sus estudiantes internacionales. La proclamación también proponía suspender visas y limitar la entrada de extranjeros vinculados con la escuela por al menos seis meses.

La universidad sostiene que la medida responde a represalias del gobierno por diferencias ideológicas y por negarse a entregar ciertos registros. Con esta decisión judicial, al menos por ahora, los estudiantes extranjeros podrán seguir con sus planes académicos sin restricciones adicionales.

Un tribunal federal de Chicago decidió mover al 15 de julio la audiencia de Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, originalmente programada para el 4 de junio. El cambio tiene como objetivo darle más tiempo a su defensa para negociar un acuerdo con las autoridades estadounidenses.

Este ajuste ocurre a pocos días de que su hermano, Ovidio Guzmán López, se presente ante la misma corte para declararse culpable el próximo 9 de julio. En paralelo, 17 familiares de ambos se entregaron previamente a autoridades en San Diego, lo que refuerza la expectativa de un posible pacto con el gobierno.

La fiscalía estadounidense ya anticipó que no buscará la pena de muerte contra Joaquín si decide enfrentar un juicio en lugar de declararse culpable. Hasta ahora, ninguno de los hijos de El Chapo enfrenta cargos por narcoterrorismo, aunque el Cártel de Sinaloa fue catalogado como organización terrorista por la administración Trump.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una proclamación que prohíbe el ingreso al país de ciudadanos provenientes de 12 naciones, entre ellas Afganistán, Irán, Libia, Haití y Somalia. Según el documento, la medida se tomó por motivos de seguridad nacional y se suma a restricciones parciales para ciudadanos de otros siete países, como Cuba, Venezuela y Laos.

El gobierno estadounidense argumenta que algunos de estos países no cuentan con controles adecuados para emitir pasaportes ni mecanismos de verificación de antecedentes. En otros casos, señala que existe una alta incidencia de personas que permanecen en el país más tiempo del autorizado por sus visas.

La decisión también considera factores como la falta de cooperación para aceptar a ciudadanos deportados y la presencia de grupos terroristas en ciertos territorios. Las restricciones aplicarán hasta que los países señalados mejoren sus sistemas de documentación y cooperación con Estados Unidos.